El café latte frio es una de las bebidas favoritas de quienes buscan una experiencia refrescante sin renunciar al placer del buen café. Nacido como variante del clásico latte italiano, este café frío con leche ha ganado popularidad en todo el mundo, especialmente durante los días calurosos.
En este artículo, te explicamos paso a paso cómo preparar un café latte frio perfecto en casa, aprovechando al máximo los sabores únicos del café colombiano.
Selección de los Mejores Granos para un Café Latte Frio
Todo comienza con la calidad del grano. Un buen café latte frio depende directamente del origen, la variedad y la frescura del café utilizado. Elegir granos de alta calidad es importante para obtener una bebida equilibrada, con un perfil de sabor suave, aromático y con cuerpo.
Variedades de café colombiano recomendadas
Colombia es reconocida por sus cafés suaves y aromáticos, cultivados en altitudes ideales y con prácticas de cosecha tradicionales. Algunas de las variedades más recomendadas para preparar un café latte frio son:
- Caturra: De acidez brillante y cuerpo medio, perfecta para quienes buscan notas cítricas y una textura ligera.
- Bourbon: Dulce y balanceada, ideal para un latte frío suave y cremoso.
- Typica: Con sabores más complejos y un cuerpo notable, le da al café latte frio un carácter más profundo.
Muele los granos justo antes de preparar tu bebida para conservar todos los aceites y aromas.
Cómo Preparar un Café Latte Frio en Casa
Una vez tengas los granos listos, llega el momento de preparar tu bebida. El café latte frio se compone principalmente de dos elementos: café concentrado (generalmente espresso) y leche fría. Aquí te contamos cómo prepararlo de forma correcta.
1. Preparar el espresso
El espresso es la base que le da potencia al sabor del latte. Puedes usar una máquina de espresso, una cafetera Moka o incluso una prensa francesa para obtener un café concentrado.
- Muele el café finamente.
- Usa entre 18 y 20 gramos para una doble carga.
- Extrae entre 25 y 30 ml por cada shot.
- Déjalo enfriar naturalmente o agrega hielo si estás corto de tiempo.
Un espresso bien extraído es clave para que el café latte frio conserve una intensidad rica y un cuerpo equilibrado. Si deseas profundizar en su preparación y características, te invitamos a leer nuestro artículo especializado: ¿Qué Es un Espresso?
2. Elegir y espumar la leche
La leche aporta suavidad y cremosidad. Puedes optar por leche entera, deslactosada o alternativas vegetales como avena, almendra o soya.
- Usa leche fría o ligeramente espumada, pero evita que se caliente.
- Un espumador manual o eléctrico puede ayudarte a conseguir la textura deseada sin calentar la leche.
- Para un café latte frio más cremoso, la leche de avena suele ser una excelente elección.
Enfriamiento y Montaje del Café Latte Frio
Aquí ocurre la magia. El orden en que montas los ingredientes también afecta la experiencia final.
- Llena un vaso con hielo (idealmente cubos grandes que se derritan lentamente).
- Vierte el espresso enfriado sobre el hielo.
- Agrega la leche espumada lentamente para crear un efecto visual atractivo.
- Opcional: Endulza con jarabe de vainilla, azúcar, caramelo o un toque de canela.
¡Y listo! Ya tienes tu café latte frio casero, listo para disfrutar. Si quieres ver otra manera de preparar tu café latte frio, te invitamos a ver: Café latte frio preparación, una versión práctica y deliciosa
Variantes y Personalización del Café Latte Frio
El café latte frio es una excelente base para experimentar sabores. Puedes adaptarlo a tu gusto con ingredientes adicionales. A continuación, te presentamos algunas ideas:
Con jarabe de vainilla o caramelo
Agrega dulzor y aroma con un toque personalizado.
- Añade 1-2 cucharadas de jarabe al espresso antes de la leche.
- Mezcla bien para asegurar una distribución uniforme del sabor.
Con especias
¿Te gusta innovar? Prueba con canela, nuez moscada o cardamomo.
- Añade una pizca al café caliente antes de enfriar.
- Las especias aportan un aroma envolvente y un toque exótico.
Versión vegana del café latte frio
Si prefieres evitar los lácteos, no hay problema.
- Usa leches vegetales como la de coco, almendra o soya.
- Algunas, como la leche de avena, crean una espuma muy parecida a la leche de vaca.
- Sigue el mismo proceso, cuidando que la leche esté bien fría y espumosa.
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