¿Cómo es el proceso del café Colombiano?

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Cuando pensamos en una taza de café delicioso y aromático, muchas veces no nos detenemos a considerar el arduo trabajo y el minucioso proceso que hay detrás. En este artículo, exploraremos en detalle el famoso proceso del café colombiano, conocido mundialmente por su calidad excepcional. Desde el cultivo hasta la taza, cada etapa es crucial para asegurar esa experiencia perfecta que llega a nuestras manos. Así que acomódate y descubre cómo se produce uno de los mejores cafés del mundo.

1. Cultivo del café en las tierras colombianas

La travesía del café colombiano comienza en las fértiles tierras de Colombia. Este país es bendecido con un clima ideal y una topografía que favorece el cultivo del café. Las plantaciones se encuentran en las regiones montañosas, donde la altitud varía entre los 1,200 y 1,800 metros sobre el nivel del mar. Esta altura, combinada con una abundancia de lluvias y temperaturas templadas, proporciona las condiciones perfectas para las plantas de café.

Las semillas seleccionadas se siembran en viveros, donde crecen hasta convertirse en plántulas antes de ser trasplantadas a los cafetales. La variedad más cultivada es la Arabica, célebre por su suavidad y perfil de sabor complejo. Aquí es donde empieza el proceso del café colombiano, cuidando minuciosamente cada detalle para mantener los altos estándares de calidad.

A. Sombreado y biodiversidad

Una característica distintiva del proceso del café colombiano es el uso de técnicas de sombreado. A diferencia de otros países productores, los caficultores colombianos prefieren cultivar sus plantas bajo la sombra de árboles más grandes. Esta práctica no solo beneficia las plantas de café, protegiéndolas de los rayos solares extremos, sino que también promueve la biodiversidad de las fincas, creando un ecosistema más sostenible.

B. Manejo del suelo y utilización de insumos orgánicos

El cuidado del suelo es fundamental en el proceso del café colombiano. Los agricultores practican técnicas de rotación de cultivos y composteaje para mantener la fertilidad del suelo. Además, muchos productores optan por emplear insumos orgánicos en lugar de fertilizantes químicos, contribuyendo a un producto más natural y respetuoso con el medio ambiente.

2. Cosecha y recolección manual

Después de varios meses de crecimiento y maduración, llega el momento crucial de la cosecha. En Colombia, la recolección del café se realiza principalmente a mano. Este proceso es laborioso y requiere la destreza de los recolectores para seleccionar solo los granos maduros, conocidos como cerezas. Cada cereza contiene dos granos de café, y la cosecha manual permite mantener un control de calidad excepcional.

A. El método de selección en la cosecha

El proceso del café colombiano se distingue por su insistencia en la recolección selectiva. Los recolectores deben hacer varias pasadas por los cafetales a lo largo de la temporada, ya que las cerezas no maduran de manera uniforme. Este método asegura que solo se cosechen los granos más maduros, resultando en un perfil de sabor superior.

B. Beneficiado húmedo

Después de la recolección, las cerezas de café son rápidamente transportadas a las estaciones de beneficio. Aquí es donde comienza el proceso de beneficiado húmedo, una técnica tradicionalmente utilizada en Colombia. Las cerezas se despulpan para separar los granos de la fruta y luego se fermentan en agua durante un período que puede variar de 12 a 48 horas. Esta fermentación ayuda a eliminar los mucílagos que rodean los granos y, una vez completada, los granos se lavan completamente.

3. Secado y almacenamiento del café

Una vez lavados, los granos de café pasan a la etapa de secado. Este es un paso crucial en el proceso del café colombiano que puede tener un impacto significativo en el sabor final del café.

A. Métodos tradicionales y modernos de secado

En muchas fincas, el secado del café se realiza de manera tradicional, esparciendo los granos al sol sobre patios de secado o camas africanas elevadas. Este método, aunque lento, permite un secado uniforme y mantiene al vapor las características sensoriales del café. En épocas de lluvia o en regiones más húmedas, también se utilizan secadores mecánicos para asegurar que el grano no pierda calidad.

B. Control de humedad y reposo

Una vez secos, los granos deben tener un contenido de humedad de alrededor del 11-12%. Mantener este nivel es vital para la conservación del café y para evitar la formación de moho. Los granos, conocidos entonces como pergamino, se almacenan en sacos de yute o silos hasta que están listos para ser llevados al siguiente paso del proceso del café colombiano: el trilla.

4. Trillado y clasificación

Antes de que el café colombiano llegue a las tazas del mundo, hay dos etapas más esenciales a seguir: el trillado y la clasificación del café verde.

A. El proceso del trillado

Durante el trillado, las capas externas que aún cubren el grano de café, como el pergamino y la cáscara de plata, se eliminan. Esta fase puede llevarse a cabo en instalaciones especializadas, conocidas como trilladoras. Una vez liberados de sus coberturas, los granos son pulidos para darles un acabado uniforme.

B. Clasificación y control de calidad

El café verde resultante pasa por un meticuloso proceso de clasificación. Los granos se separan según su tamaño, peso y densidad mediante máquinas clasificadoras y zarandas vibratorias. En algunas fincas, este proceso incluye una inspección visual adicional, donde especialistas en café identifican y retiran cualquier grano defectuoso. Solo los granos de la más alta calidad se destinan al mercado de exportación y consumo local.

El proceso del café colombiano también incluye pruebas de cata para asegurar la consistencia del sabor y aroma. Los catadores expertos evalúan muestras de cada lote para garantizar que el producto cumple con los estándares exigidos. En esta fase, cada defecto o inconsistencia se identifica y se toma acción para mejorar el proceso.

5. Tostado y empaquetado

Finalmente, el café verde está listo para ser tostado, una de las etapas más apasionantes del proceso del café colombiano. El tostado transforma los granos verdes en el producto aromático que todos conocemos y amamos.

A. Tostado del café

El tostado del café es un arte en sí mismo. Dependiendo del perfil de sabor deseado, los granos se tuestan a diferentes temperaturas y tiempos. Un tostado ligero resaltará los sabores ácidos y afrutados, mientras que un tostado oscuro enfatizará las notas amargas y pimentadas. En Colombia, muchos tostadores optan por un tostado medio que balancea lo mejor de ambos mundos.

B. Empaque y conservación

Una vez tostado, el café entra en la fase de empaque. La conservación es crucial para mantener frescura y sabor. Los granos se empaquetan en bolsas selladas al vacío o con válvulas unidireccionales que permiten que el CO2 escape sin dejar entrar oxígeno. Este empaque no solo protege el café de la oxidación, sino que también mantiene intactas sus características organolépticas. Si quieres ver como es el proceso tradicional colombiano, mira este video.

6. Distribución y exportación

Finalmente, el café colombiano está listo para ser distribuido. Gracias a una infraestructura logística bien desarrollada, Colombia puede exportar su café a mercados de todo el mundo. Los procesos de exportación son rigurosamente controlados para asegurar que cada lote de café que sale del país mantiene la calidad que ha hecho famoso al café colombiano.

En cada etapa descrita, el proceso del café colombiano muestra un compromiso inquebrantable con la excelencia y la tradición. Desde los cafetales hasta la tostadora, cada mano que toca este producto aporta su conocimiento y pasión para que tu próxima taza de café colombiano sea, simplemente, perfecta.

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