El café de origen tiene una rica trayectoria que se remonta a los primeros cultivos en Etiopía, considerada la cuna del café. Desde allí, se expandió a Yemen, donde comenzó a cultivarse de forma sistemática y exportarse al mundo. En el siglo XVIII, el café llegó a América Latina, encontrando en países como Colombia un terreno ideal gracias a sus altitudes, suelos fértiles y climas tropicales.
En la actualidad, Colombia es uno de los productores más reconocidos de café de origen Colombia, destacando por sus denominaciones de origen regionales, como Huila, Medellín y Bogotá. Estas regiones ofrecen granos con perfiles de sabor únicos que reflejan las características del terroir, como altitud, clima y suelo.
La denominación de origen no solo garantiza la procedencia del café, sino también su calidad excepcional, posicionando a cafés de origen en Colombia entre los más valorados a nivel mundial.
El café de origen ofrece ventajas que lo distinguen de otras variedades y lo convierten en una opción preferida tanto para productores como para consumidores: